¿Qué son las fuentes variables? — (Variable Fonts)
Escrito en colaboración con:
Matías Fernández
Juan David Álvarez
Jimmy Jiménez
Una fuente tipográfica es un programa que contiene el dibujo de caracteres llamados glifos, junto con la información de espacios entre ellos y que trabaja dentro de otros programas y dispositivos electrónicos para visualizar y editar las tipografías digitales (letras, números y diferentes signos de múltiples alfabetos).
Gracias a la tipografía digital se puede tener la disposición de cualquier signo previamente diseñado en sistemas operativos, navegadores, diversas aplicaciones y dispositivos móviles.
La tipografía digital utiliza diversos formatos compatibles con los programas informáticos frecuentemente actualizados para dar soporte de representación en pantalla y salida impresa.
El formato usado para las fuentes variables es el OpenType.
El Lenguaje PostScript (Type 1) es el primer formato de archivo pensado para la descripción de puntos de imagen dentro de una página, desarrollado por Adobe en 1982. La novedad de este formato está basado en el lenguaje de descripción de páginas o PDL (Page Description Language) que permite la descripción de la página con independencia en plataforma y resolución y que se incorporó como un factor determinante en el desarrollo de la autoedición y la maquetación de páginas, ya que por sus características el formato permite una descripción gráfica y de escritura de objetos geométricos y no en mapa de bits como se realizaba anteriormente. Con ello se convirtió en un estándar en equipos de preimpresión para alta calidad. Su tecnología Type 1 orientada para letras occidentales que tenía versiones independientes para windows y mac que disponía de las instrucciones de reproducción optimizada para el control de píxeles, llamado Hinting. La Tecnología Type 1 era inicialmente exclusiva de Adobe y requería licencia a diferencia de su versión Type 3 que era de licencia libre pero que no incluía el uso del hinting.
Posteriormente la compañía Adobe libera por presión del mercado la licencia de uso de Type 1 aprovechando el lanzamiento del Adobe Type Manager ATM que optimiza la reproducción de las tipografía en pantalla.
Seguidamente Adobe presentó una tecnología dentro de PostScript Type 1, llamada Multiple Master que permitía crear varias fuentes propias partiendo de la ayuda de un programa incluido, denominado FontCreator con la posibilidad de interpolar tipografías partiendo de polos tipográficos o masters, que permitian pasar de fino a grueso o de estrecho a ancho etc, facilitando la generación de diferentes niveles en fuentes.
La tecnología TrueType surge por la negación de Adobe en la liberación de la tecnología tipográfica Type 1, para la posibilidad de desarrollo de fuentes digitales de alta calidad con control de precios en licencias, por lo que Apple y Microsoft quienes tenían el mismo interés se encargaron de trabajar conjuntamente en el desarrollo de un nuevo formato a partir de las bondades del PostScript, pero con la información separada entre archivo de tipografía y la información de hinting, esta de mayor avance que la de su homólogo PostScript. La tecnología de curvas de TrueType está basado en nodos fuera de curva que suavizan el trazo llamados Splines mientras que la versión PostScript usa el sistema de curvas cúbicas de Bezier por medio de nodos controladores llamados BCP que permiten la tensión vectorial y la modificación de las curvas.
Apple introdujo en el interior de su sistema gráfico e interfaz la tecnología QuickDraw GX la cual permitía 65.536 glifos posibles en sus 16 bits además de incorporar la sustitución contextual de signos usado para hacer ligaduras en caracteres, sustituciones de signos diacríticos contextuales, etc, por medio del sistema state machine, también facilitaba el control de espacios entre caracteres y combinaciones de glifos por medio de instrucciones en tablas (tablas de Kerning). Esta tecnología al igual que la de multiple master comenzó a desaparecer tras avances y mejoras en la tecnología como es el caso de OpenType.
OpenType nace en los años 90´s y es un formato de fuente que extiende a partir del TrueType creado por Apple. La versión OpenType fue desarrollado conjuntamente por Microsoft y Adobe quienes han estado al tanto de actualizaciones y mejoras de la tecnología en cada una de sus especificaciones. Dentro de las proyecciones que quisieron suministrar ambas empresas creadoras fue la maximizar las prestaciones a nivel tipográfico que se requieren en el creciente uso actual. El OpenType se basa en Unicode que es el sistema para codificar todos los sistemas de escritura del mundo por lo que soporta diversas versiones lingüísticas como latín, griego y cirílico; o kanji, kana y romaji para uso en japonés, incluso se pueden incluir refinamientos tipográficos, como pequeñas mayúsculas, diferentes estilos de figuras y conjuntos extensos de ligaduras y alternos, así como conjuntos completos de caracteres acentuados y marcas diacríticas, todo esto gracias a la capacidad de almacenar un rango de 65.536 glifos y signos disponibles desde Quickdraw GX. Actualmente se han creado fuentes digitales con color y que permiten varias capas (.svg, .colr, .sbix y .cbdt) y otras que se instalan en servidores web y se visualizan desde allí, familias tipográficas completas sin la necesidad de ser instaladas en cada ordenador (.woff y .eot) y con ellas un na brecha de posibilidades para acceder a tipografía tanto comercial como gratuita.
Las tipografías bajo la tecnología OpenType tienen cuatro componentes todos en su interior:
1. Descripciones de correcciones ópticas en contornos para la variedad de cuerpos de letra; curvas cúbicas bezier para contornos PostScript (.otf) y Curvas polinomiales cuadráticas Splines para contornos TrueType (.ttf).
2. Instrucciones para la corrección hinting
3. Tablas de clasificación de glifos
4. Instrucciones y opciones de sustitución de caracteres alternativos y glifos variantes.
Con el trabajo colaborativo de compañías como Microsoft, Google, Apple y Adobe al igual que el apoyo de algunas expertos y desarrolladores tipográficos se implementó la versión 1.8 de OpenType. En ella se introduce Font Variations, con cambios significativos en el interior de toda la tecnología basado en TrueType GX de Apple pero unificando y poniendo a disposición tablas de formato del diseño OpenType en las opciones TrueType y Compact Font (CFF), y permitiendo la posibilidad de contener varias fuentes individuales en un mismo archivo compacto, al cual se puede acceder por medio de un sólo archivo llamado fuente variable (OpenType Variable Font). Todo esto se hace creando versiones principales en tres polos de graduación en la fuente que definirán las variaciones posibles como ejes de peso, ancho e inclinación, según la selección dichos ejes y las instancias de la fuente que se pretendan interpolar. Estas variaciones no sólo se dan en los contornos de los glifos, si no que también se presentan en las métricas de la fuente; proporción, altura de ascendente, descendente, orientaciones y kerning.
El resultado sería visiblemente destacado desde el punto de vista de producción: Un solo archivo compacto con la fuente variable pero que se adecua variablemente en sí misma y con ello una reducción de peso y ancho de banda mucho menor en carga al uso de una fuente incrustada tipo webfont.
El campo de acción y la versatilidad de aplicación de esta tecnología es muy amplio ya que permite la selección una selección dinámica y detallada dentro de un espectro personalizado de variantes tipográficas, con ello una mejor gestión en la selección y los ajustes propios de la práctica compositiva y por otro lado abre posibilidades de creación e innovación de tipos que se adapten a diversas condiciones y dispositivos.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Análisis histórico
De las tipografías paramétricas a las tipografías variables.
Al igual que muchas disciplinas que dependen de la tecnología para la ejecución o producción, el diseño de tipos ha sufrido una serie de revoluciones y transiciones fundamentales a lo largo de su historia reciente. Impulsado por el avance tecnológico, este proceso ha cambiado completamente la forma en que las personas trabajan con tipografías, tal es así que aquellos que trabajan en la disciplina han tenido que adaptarse a situaciones significativamente cambiantes varias veces a lo largo de sus carreras. El advenimiento de las tipografías variables tiene el potencial de convertirse en el siguiente gran cambio de paradigma en el campo tipográfico y muchos de los avances recientes así lo vislumbran. Sin embargo, no es en absoluto algo enteramente novedoso. Varias iniciativas tecnológicas del pasado han intentado lograr los mismos objetivos con suertes dispares.
Podría plantearse que el antecedente directo de las tipografías variables, tal cual las concebimos hoy en día, son las tipografías paramétricas. Erróneamente, las definiciones de ambas suelen confundirse y se habla de ellas como si fuesen una sola tecnología con dos nombres diferentes e intercambiables. Sin embargo, estas dos clases de tipografía son conceptualmente diferentes.
Las tipografías variables son tipos de letra que permiten que un solo archivo de fuente se comporte como tipografías múltiples, con una variedad infinita de posibles pesos, anchos y otros atributos. Las tipografías paramétricas, por otro lado, operan entre un conjunto de parámetros definidos, proporcionando alternativas ampliamente ajustables para la altura x, el ancho de trazo y el ancho de la letra.
Las tipografías variables hacen posible, entre otras cosas, el diseño web responsivo, permitiendo que el tipo se adapte automáticamente a las limitaciones de pantallas y navegadores disímiles.
Los sistemas paramétricos funcionan de forma diferente a las tipografías variables al generar fuentes completas a partir de una única tipografía maestra inteligentemente diseñada.
El término “paramétrico” se origina en las matemáticas, donde describe ecuaciones que usan uno o más parámetros independientes para expresar coordenadas que definen un objeto o superficie geométrica curvada. En los sistemas tipográficos, la codificación paramétrica permite que un usuario aplique globalmente cambios a cada componente de una letra, como su ancho de asta o serif, en función de los valores algorítmicos definidos por el diseñador de tipos. Esta tecnología permite a los diseñadores modificar rápidamente las formas de las letras utilizando controles deslizantes para obtener vistas previas instantáneas de los resultados finales.
Las tipografías paramétricas son una vieja idea que parece ser revisada regularmente por profesionales de diferentes perfiles. Busca resolver los mismos problemas que resuelven las tipografías variables, pero provienen de una forma de pensar más automatizada. Por lo tanto, generalmente ha sido un tema abordado por científicos o ingenieros informáticos que se interesan por la presentación visual de documentos y, en consecuencia, por la tipografía.
Las tipografías variables utilizan la interpolación, lo que significa que están confinadas en un espacio de diseño. El diseñador no es capaz de escapar de este espacio; además, agregarle dimensiones requiere que el diseñador de tipos cree un nuevo master (es decir, una fuente completamente nueva).
Las tipografías paramétricas, por el contrario, se extrapolan, lo que significa que emergen de una sola definición. El espacio en el que existen no está limitado porque poseen el comportamiento de un objeto matemático. Las tipografías son creadas siguiendo una serie de pasos y ecuaciones para describir cada carácter. Esa es la gran diferencia entre las tipografías variables y las tipografías paramétricas.
Análisis cronológico de antecedentes tecnológicos.
Se describen a continuación una serie de tecnologías tipográficas que precedieron y aportaron incrementalmente al desarrollo ulterior de las tipografías variables actuales.
ITSYLF (InTeractive Synthesizer of LetterForms)
Desarrollado en 1967 por H. W. Mergler y Y. M. Vargo, probablemente pueda verse como el primer eslabón en el diseño paramétrico de tipos digitales. Se trata de un sintetizador interactivo de tipografías en el cual los caracteres se dividen en clases basadas en propiedades geométricas, que se parametrizan en consecuencia y se utilizan para especificar y describir cada letra. ITSELF es capaz de calcular todas las formas de letras de una tipografía simplemente estableciendo valores de atributo del carácter ‘E’.
ITSYLF representó un primer intento de usar las capacidades de manipulación de datos de las computadoras de la época para apoyar la labor de los diseñadores de tipografías, permitiéndoles manipular rápida y fácilmente las formas de las letras basándose en sus parámetros, al mismo tiempo que lo liberaba de algunos de los quehaceres más arduos y repetitivos de la disciplina, como dibujar líneas y mantener los anchos y alturas adecuados, que son esenciales para diseñar letras que sean armoniosas entre sí. ITSYLF posibilitaba a los diseñadores tanto sintetizar rápidamente formas de letras nuevas y diferentes para propósitos de diseño como basarse en fuentes conocidas de la era de tipos de metal, para investigar sus características. También podía emplearse para estudiar los efectos que tendría un cambio de parámetros en un nuevo conjunto de letras, ya sea en una letra o en un alfabeto completo. El sistema poseía una ventaja adicional más allá de la facilidad con la que la anatomía de las letras podía ser manipulada: las letras se generaban utilizando un medio digital, lo cual era ideal para el uso con los sistemas de visualización y fotocomposición de la época (también digitales), en lugar de utilizar medios analógicos como papel y lápiz que luego debían convertirse en una representación digital.
ITSYLF se restringió a la generación de 24 mayúsculas romanas (la Q y J no se tuvieron en cuenta). Consta de 24 rutinas de generación de letras sans-serif, un sistema de monitoreo y varias rutinas de generación de serif y de dibujo de letras. Las rutinas de generación de letras son extremadamente flexibles y, en función de los parámetros introducidos por el operador o el sistema automático, pueden producir letras con muchas características diferentes. Cuando se ejecuta en modo manual, el operador puede generar letras individuales que son completamente diferentes entre sí. Cuando se ejecuta bajo el control del sistema automático, los parámetros para las otras 23 letras se calculan en función de los valores ingresados por el operador para la letra E. (La E ha sido elegida como una letra clave ya que es una de las más comunes en el idioma inglés). Luego se sintetiza y se dibuja automáticamente un conjunto consistente de letras. El requisito de consistencia es de suma importancia, ya que, según lo observado por Fred Goudy, la creación de un diseño de tipo es bastante fácil … uno solo tiene que pensar en una letra y dibujar La gran dificultad radica en pensar en otras 25 letras para acompañarlas en completa armonía”. Por esta razón, ITSYLF debía trabajar codo a codo junto al diseñador tipográfico para producir tipos, ya sea individualmente o como partes de un todo, pero manteniendo la coherencia necesaria entre sí.
Previamente al desarrollo de ITSYLF, se había investigado mucho sobre las características de las letras y los alfabetos del pasado, pero se había reflexionado muy poco acerca de la síntesis de las formas de las letras. Para construir un sistema paramétrico de generación de letras, fue necesario entonces postular la existencia de un conjunto de parámetros que describiesen de manera realista las formas de las letras, para luego investigar las características geométricas de cada una y extraer este conjunto de parámetros los cuales se usarían finalmente para especificar y describir cada letra.
CSD (Character Simulated Design)
Se publicó en 1975 y forma parte de la tesis doctoral de Philippe Jean-Marie Coueignoux. El concepto de CSD era proporcionar un conjunto de 17 primitivas parametrizadas (por ejemplo: asta, cola de R, etc) y describir información topológica sobre cómo ensamblar una letra a partir de estas primitivas y propiedades métricas mediante una sintaxis desarrollada para este fin. Dado que cada forma de letra se calcula mediante una rutina preprogramada, CSD estaba restringido al diseño de tipografías latinas.
Metafont y TeX
El matemático y científico informático Donald Knuth fue otro de los grandes pioneros en el concepto de tipografías paramétricas. Al crear en 1977 el motor de layout TeX (con su proyecto derivado LaTeX, una colección de macros para simplificar TeX) junto al motor de diseño de fuentes Metafont, Knuth abrió una nueva era de la tipografía, en la que los tipos de letra se creaban utilizando una serie de pasos y ecuaciones para describir cada carácter.
Tanto TeX como Metafont fueron concebidos y diseñados por Knuth como una solución al problema de la composición tipográfica de fórmulas matemáticas complejas y publicaciones científicas más generales. Ambas tecnologías han sobrevivido hasta hoy: continúan empleándose principalmente en el mundo académico, especialmente en las comunidades de matemáticas, informática y física. TeX ha sido reconocido como uno de los sistemas tipográficos digitales más sofisticados del mundo, mientras que Metafont sigue siendo relevante, ya que sus ventajas han sido virtualmente inexploradas en áreas relacionadas al diseño de tipos y tiene una historia que todavía es interesante para experimentos recientes en diseño de tipografías programáticas basadas en los principios de las variaciones paramétricas. Knuth formuló la idea básica de trazos de pluma imaginarios que siguen listas de coordenadas parametrizadas, para describir los glifos de la tipografía y asumió que tal sistema, formulado como un lenguaje de programación específico, ofrecería toda la flexibilidad requerida. Los parámetros asociados con la pluma (posición, ancho, pendiente) se pueden restringir mediante ecuaciones. Tan pronto como se dan las ecuaciones necesarias para determinar las formas de letras, Metafont inicia el proceso de rasterización. Según Knuth, hubo una razón interesante y muy pragmática que condujo a un enfoque basado en la pluma, en oposición al estándar basado en contornos (outlines) que Adobe y otros fabricantes adoptaron más adelante: en sus primeros experimentos, Knuth intentó escanear los glifos de tipografías mecánicas existentes para componer sus contornos digitalmente. Pero como el equipo disponible en ese momento era muy precario (una cámara de video que distorsionaba la imagen y era muy sensible a los cambios de luz), los resultados distaban de ser satisfactorios y Knuth decidió que tendría más sentido producir un sistema que permitiera la reformulación de la forma de los glifos tal como inicialmente habían sido dibujados y producidos por sus diseñadores, en lugar de simplemente describir su aspecto final para la producción mediante un dispositivo de impresión. Por lo tanto, la solución tenía que basarse en principios caligráficos de trazos de pluma con diferentes puntas y la posibilidad de extender la geometría resultante con adiciones, como los serifs. Si una tipografía se formula en su propia lógica inherente, concluyó, sería mucho más fácil adaptarla para imprimir en varios tamaños, cambiando su contraste, ancho de glifo, altura x, etc. Estos requisitos se inspiraron directamente en la observación de que los tipos de metal se producían, para tamaños específicos, con diferentes características según el tamaño (ajuste del tamaño óptico). Al hacer estas variaciones automáticas, se lograría la mejor calidad posible en cualquier tamaño y al mismo tiempo se respetaría la tradición tipográfica.
En los años siguientes, TeX y Metafont empezaron a ser adoptados por un número mayor de usuarios, principalmente en el mundo académico. Se llevaron a cabo talleres y se probó la adaptación del sistema más allá del alcance de las tipografías latinas, lo que dio lugar a nuevas mejoras. El objetivo de Knuth era proporcionar un sistema que pudiera definirse de una vez y para siempre y que nunca más tuviese que ser modificado una vez que se terminara el trabajo; un sistema que 30 años después aún produciría los mismos resultados.
Metafont permite la especificación de formas arbitrarias, lo que lo abre al desarrollo de tipos de letra no latinos. Por lo tanto, posee un mayor grado de flexibilidad con respecto a tecnologías anteriores.
Una de las pocas falencias de este sistema es que, desafortunadamente, los usuarios tienen que escribir código para expresar ideas de diseño, lo cual no resulta del todo atractivo para la comunidad de diseñadores de tipografías, muchos de los cuales consideran que este enfoque se opone a la naturaleza misma del proceso creativo.
abcdefg
abcdefg es un sistema experimental y fue desarrollado en 1987 por Debra A. Adams en Xerox PARC. Es un sistema basado en reglas implícitas sobre las formas de letras. Dada la forma de la letra “h”, es capaz de generar las cinco letras minúsculas “n”, “u”, “m”, “i” y “l” de una tipografía. Los aspectos morfológicos de una tipografía, están preprogramados dentro de los algoritmos utilizados por abcdefg.
Daffodil
Desarrollado en 1987 por M. Nanard et al. En contraste con abcdefg, Daffodil utiliza técnicas de inteligencia artificial. Dado que es extremadamente complejo obtener datos sobre la anatomía de las letras a partir de formas arbitrarias, Daffodil depende de un modelo interno de aspectos topológicos de un alfabeto determinado (esqueleto), que lo restringe a tan solo algunas clases específicas de tipografías.
Vinyas
Este sistema basado en trazos de pluma, fue desarrollada por Laxmi Parida en 1993 en el Centro Nacional de Tecnología de Software en Bombay. La distinción entre esqueleto y decoración es definida mediante la trayectoria de la herramienta. Aunque Vinyas permite la reutilización de trazos ya diseñados, no hay una propagación real de atributos entre los caracteres. Numerosas tipografías para idioma indio han sido exitosamente diseñadas con Vinyas en estrecha colaboración con calígrafos.
FontWorks, InfiniFont y PANOSE 2.0
FontWorks es un sistema de generación de tipografías paramétricas desarrollado por Ben Bauermeister (ElseWare) en 1991. Al utilizar las principales extensiones del concepto PANOSE (sistema diseñado también por ElseWare para clasificar los tipos de letras sólo por sus características visuales), se posibilitó la recreación de tipografías de contorno a partir de sus descripciones paramétricas. El objetivo principal de FontWorks no era facilitar el diseño de la fuente, sino ahorrar espacio en el disco, razón por la cual los conjuntos de parámetros eran convenientemente livianos, lo que dio como resultado un archivo de fuente mucho menos pesado y la posibilidad de poder permitirse tener un conjunto completo de 150 fuentes instaladas. Cuando el usuario seleccionaba una tipografía ElseWare en un documento, se generaba una fuente TrueType “sintética” y se guardaba en la memoria. La primera solicitud tardaría unos segundos en completarse, pero después de eso, el sistema era tan eficiente como el TrueType estándar. FontWorks se ejecutaba solo en Windows 3.1x.
Aunque ya no está disponible para el público como FontWorks, la misma tecnología “InfiniFont” para la síntesis de fuentes es parte del lenguaje de impresora PCL6 de Hewlett-Packard.
FontWorks fue, en última instancia, de interés limitado para el tipógrafo, ya que no le dio ningún control de los parámetros al usuario: el enfoque estaba en la compresión del archivo de fuente. Es interesante observar, sin embargo, cómo pueden optimizarse codo a codo la compresión y la parametrización de las tipografías.
Ares FontChameleon
FontChameleon, creado en 1994 por el mismo equipo que desarrolló FontMonger y Letraset FontStudio, fue un programa de manipulación de fuentes extremadamente poderoso. Su poder fue el resultado de quitarle al usuario el control directo sobre la modificación de los contornos. Usando una nueva forma de representar tipografías, donde cada carácter se definió como un conjunto de “descriptores de diferencia” a partir de un contorno genérico, Ares creó aproximaciones cercanas de 150 fuentes conocidas. Con los controles deslizables en pantalla, puede ajustarse el peso, el ancho, la altura x, la inclinación y el tracking de estas tipografías, así como combinar una fuente con otra.
En general, todos los caracteres de todas las tipografías se definieron en términos de reposicionamientos del mismo conjunto de puntos de control. Al explotar la coherencia estilística dentro de una fuente, estos reposicionamientos podrían parametrizarse de modo que cada tipografía se expresara como un conjunto de parámetros de 2K, en comparación con 40K a 60K para formatos de fuente estándar. Por lo tanto, este nuevo sistema también podría ahorrar el 95% del espacio en disco.
En 1996, Adobe adquirió Ares, y teniendo en cuenta el posible solapamiento con la tecnología Multiple Masters (que se analizará a continuación), se descontinuó FontChameleon, junto con todos los demás productos de diseño de tipografías de Ares.
PostScript Type 1 Multiple Master (Adobe)
En 1991, Adobe introdujo el formato Multiple Master, tipografías que se valían de dos o más masters con “instancias” de tipografías generadas a través de interpolación a lo largo de uno o más ejes (como peso, ancho y tamaño óptico). Las tipografías MM permitían a los usuarios una mayor flexibilidad y un control tipográfico más preciso de lo que era posible con las fuentes PostScript estándar. Fueron otra forma astuta de usar la potencia de las computadoras para mejorar la tecnología tipográfica. Una única fuente Multiple Master ofrecía un potencial incalculable para el ajuste fino, sin comprometer la estética o la legibilidad de la tipografía.
Multiple Master era una variación del formato de fuente Type 1. Al igual que las fuentes Type 1, las fuentes MM eran tipografías de contorno (outlines): cambiar su tamaño no afectaba la calidad de salida. Sin embargo, las tipografías MM tenían una ventaja única sobre las fuentes Tipo 1 normales: ofrecían a los usuarios la libertad de crear un número ilimitado de variaciones de una tipografías. En lugar de usar una tipografía con un número fijo de variaciones, generalmente basadas en el peso (light y bold), estilo (itálicas) o ancho (condensado y expandido), un usuario podía especificar sus propias variaciones dentro de las tipografías MM . Estas variaciones se llamaban instancias.
La creación de instancias se realizaba modificando la tipografía a lo largo de uno o más ejes de diseño. Los usuarios no tenían que hacer estas modificaciones por sí mismos, ya que las fuentes MM se comercializaban con una serie de instancias predefinidas. Si un usuario deseaba crear otra instancia, podía hacerlo a través de una herramienta como Adobe Type Manager o directamente dentro de un número limitado de aplicaciones.
Algunos, como QuarkXPress y PageMaker, ofrecían esta funcionalidad mediante el uso de extensiones. Solo Adobe Illustrator 7 y versiones posteriores poseían soporte directo integrado para las tipografías Multiple Master, lo que permitía modificarlas simplemente utilizando un control deslizable.
Las tipografías MM podían contener hasta 4 ejes diferentes. Los más comunes eran peso, ancho y tamaño óptico, aunque en ocasiones los diseñadores se valían de otros criterios más audaces: una de las tipografías MM más famosas es la “fuente porno” MoveMeMM, creada por Luc (as) de Groot, la cual gradualmente transforma los caracteres en formas eróticas y es un buen ejemplo de la extrema flexibilidad de esta tecnología.
Robert Slimbach y Carol Carol Twombly, de Adobe, desarrollaron los primeros diseños de tipografía Multiple Master: las tipografías “hermanas” Myriad MM y Minion MM, ambas lanzadas en 1992. Minion MM fue una reelaboración de la popular familia serif de Slimbach, mientras que Myriad MM, su compañera de texto sans serif, había sido un proyecto de colaboración iniciado por Sumner Stone, el primer director de tipografía de Adobe. Fue Stone quien impulsó el concepto de tipografías Multiple Master dentro de la empresa.
Aunque la tecnología era prometedora, las tipografías Multiple Master no resultaron fáciles de manipular para los diseñadores y tipógrafos, los desarrolladores de aplicaciones demoraron en mostrar un soporte satisfactorio para la tecnología y en el software que sí podía emplear tipografías MM, trabajar con el formato siempre fue un proceso doloroso. Los usuarios se vieron obligados a generar instancias para cada variación de una tipografía que querían probar,dando como resultado un disco duro repleto de archivos de fuentes. En lugar de lidiar con un proceso tan complicado, los usuarios a menudo acababan utilizando las instancias incluidas de fábrica en los archivos de fuente, desaprovechando las características más interesantes ofrecidas por la tecnología MM.
Si bien un puñado de diseñadores de tipos y fundiciones publicaron fuentes MM, el formato no fue aceptado por los desarrolladores externos a Adobe. Algunas fundiciones se negaban a ofrecer tipografías MM: demandaban mucho más trabajo, y tenía más sentido para ellos utilizar la interpolación para crear masters estáticos y venderlos por separado.
La tecnología Multiple Master no fue un éxito desbocado. Solo se publicó un número limitado de tipografías, la mayoría de ellas provenientes de Adobe. A fines de 1999, Adobe anunció que ya no desarrollaría fuentes Multiple Master. Esto se hizo en parte porque la compañía quería centrarse en las tipografías OpenType, pero la recepción tibia de la tecnología Multiple Master y la falta de aplicaciones que la soportaban probablemente también jugaron un rol en esta decisión.
La compañía siguió vendiendo su catálogo existente de tipografías Multiple Master hasta principios de 2003. A fines de 2004, Adobe dejó de ofrecer soporte técnico para esas fuentes.
Hoy en día, la tecnología Multiple Master puede considerarse “muerta”, pero la idea básica detrás de ella, la capacidad de incorporar variaciones de fuentes en un solo archivo, es la que impulsa el surgimiento de las tipografías variables actuales.
TrueType GX
En 1994 Apple Se introdujo TrueType GX (más tarde “Apple Advanced Typography”). TrueType GX formó parte de un ambicioso relanzamiento del sistema gráfico de Macintosh a mediados de los años noventa. Las sutilezas tipográficas que permitía manejar incluían ligaduras, versalitas y caracteres alternativos. (Adobe y Microsoft se pondrían al día años más tarde con la especificación OpenType).
Esta tecnología fue la respuesta de Apple a los Multiple Master de Adobe. Al igual que las tipografías MM, un único archivo contenía todos los pesos, anchos y tamaños ópticos de un tipo de letra, y un número infinito de fuentes intermedias se podían generar a petición de los usuarios. Sin embargo, a diferencia de MM, no había límite para el número de ejes. Una sola tipografías podía ofrecer no solo las variaciones habituales, sino también cualquier otra cosa que pudiese ser interpolable, incluso un ajuste que funcionase en un solo glifo.
Desafortunadamente para Apple, los desarrolladores de aplicaciones no apoyaron la iniciativa. El enfoque novedoso de GX en el manejo de texto era mucho más avanzado que el de Quark, Adobe y Microsoft, por lo que muchas aplicaciones habrían necesitado reescrituras importantes. Sin embargo, más de 20 años después, el código vive en lo profundo de Core Text, el motor de texto utilizado en iOS.
Conclusión del análisis histórico
Habiendo analizado esta serie de adelantos sucesivos en las tecnologías tipográficas, las preguntas clave a formularse, de cara al panorama actual, podrían ser:
¿De dónde surgió el renovado interés en estas tecnologías del pasado en el desarrollo de las tipografías variables actuales?
La respuesta corta es: minimizar el tiempo de carga de las tipografías en la web (webfonts). Google se beneficia cuando los sitios web se cargan más rápido, por lo que está dispuesto a promover tecnologías que hagan que esto ocurra. Como sabemos, la carga de las webfonts puede ocupar ancho de banda significativo. Dado que una tipografía variable ofrece múltiples pesos en un archivo tan solo un poco más grande que una tipografía regular, ayuda a disminuir tiempos de carga. Google, que mide los ahorros en milisegundos, está muy interesado en los ahorros en esta escala. Adicionalmente, Google se encuentra actualmente en una mejor posición que la de Apple en la década de 1990 para lograrlo: las tipografías variables ya están soportadas en la especificación TrueType, por lo que si Google lo implementa en Chrome y el W3C permite algunos cambios en CSS, la mayoría del trabajo está hecho.
¿Por qué ahora?
Tanto TrueTypeGX como Multiple Masters no lograron despegar en los años 90 por una variedad de razones, y los fabricantes de tipografías, que tienen una gran memoria colectiva podrían preguntarse porqué habría de ser diferente esta vez.
Como se mencionó con anterioridad, una gran parte de la respuesta son las webfonts y la necesidad de lograr formas más rápidas de entrega de tipografías dinámicas en la web.
Las tipografías variables también tienen el potencial de ofrecer novedosas características tipográficas para dispositivos electrónicos modernos, como responder a la orientación del dispositivo o incluso a la distancia de visualización.
La forma en que se ha desarrollado la nueva tecnología también es muy diferente de la situación en los años noventa. OpenType Font Variations ha sido diseñado en colaboración, con aportes de los creadores de las cuatro plataformas principales para texto digital y tipografía; Adobe, Apple, Google y Microsoft. Las tecnologías de interpolación de tipografías anteriores surgieron de las font wars de principios de la década de 1990 y fueron desarrolladas y defendidas por compañías de software que competían entre sí. Las tipografías variables actuales, por el contrario, son producto de una colaboración dirigida no solo a definir un estándar común sino también a implementaciones que sean soportadas en distintas plataformas.
Los fabricantes de herramientas de diseño de tipografía se han involucrado activamente en el desarrollo de la tecnología y han tenido la oportunidad de revisar el borrador de la especificación antes de la publicación. Será importante que estas herramientas puedan proporcionar a los usuarios formas intuitivas de navegar por el espacio de diseño potencialmente complejo de las tipografías variables con múltiples ejes, para evitar retrotraerse a las complejidades de uso propias de las tecnologías Multiple Master y TrueType GX.
Las tipografías variables presentan una gran oportunidad y un desafío para los diseñadores de tipos. Estos están obligados a encontrar formas innovadoras de usar la tecnología, ya que además de las características ya disponibles en tecnologías anteriores como TrueType GX y Multiple Master, esta vez cuentan también con las grandes ventajas que ofrece el formato OpenType. Por estas razones, podemos ser optimistas de que esta vez la tecnología estará a la altura de las circunstancias y se erigirá como un estándar totalmente compatible e interoperable.
¿Cómo se hacen? ¿Cómo funcionan?
La base
El proceso de diseño de una fuente variable requiere de pensar mínimo 2 instancias (Masters) de dibujo entre las cuales va a haber un proceso de interpolación de sus formas, es decir, lo nodos como puntos claves que construyen los vectores de la letra, cambian su posición dentro de un espacio multi-dimensional y generan un cambio en el negro y el blanco de la letra. La transformación entre por lo menos 2 masters es infinita y estas posibilidades se multiplican al agregar Axes dentro de la variable.
Weight (wght) que como cambia el peso de la letra, Width (wdth) que condensa o expande las letras, Italic (ital) que es la inclinación de las letras con su cambio de escritura donde además podemos combinarlo con la programación interlock de opentype 1.8.1, Slant (slnt) u oblicuo en español es la inclinación de la letra.
Por último el Optical Size (opsz) o “Tamaño Óptico” que busca conservar la integridad y legibilidad del diseño en diferentes tamaños.
Nomenclatura para configuración de las variables
Es muy importante nombrar y especificar los rangos según las características de la variación que se quiere configurar ya que esto hace que la interpolación funcione de manera correcta al exportar la tipografía y usarla en los diferentes soportes con los que son compatibles. Por ejemplo para variar el peso podríamos asignar el valor de 100 a la instancia más delgada (light) y 900 a la instancia más gruesa (bold), lo ideal sería que en medio de estas 2 instancias se distribuyan los pesos de la letra de manera progresiva.
En el caso de la variación del ancho, sus valores se configuran de acuerdo a un porcentaje entre la letra más ancha y la menos ancha, es decir, si la versión condensed es un 25% del 100% de la letra que en este caso sería la regular, entonces una expanded sería el 150% y así en la cantidad de instancias que se quiera.
Para las variaciones de itálica y slant se configura un cambio de ángulo al asignársele uno diferente a cada instancia. En el caso de la itálica es común que además se reemplacen signos que complementan estos alfabetos con el llamado Interlocking; función que permite programar el reemplazo de signos según la combinaciones de letras que se quieran preestablecer, en este caso al pasar de una instancia a otra, esta automáticamente se reemplaza.
Compatibilidad de Signos
Al comenzar a pensar el diseño de una fuente variable se debe tener en cuenta al dibujar, dividir lo signos en fragmentos y que a su vez estos fragmentos sean compatibles en cantidad de nodos. Lograr una interpolación correcta requiere de un dibujo limpio y bien pensado evitando así errores a la hora de exportar la fuente.
Adicionar Axes
Glyphs y Fontlab viene con la opción de poder configurar un Axes como el usuario de lo imagine, donde la idea de estilo de fuente, movimiento en las contraformas internas, modulación del ángulo de pluma y muchas más; se han ido desarrollando por personas que experimentan y llevan al “límite” la posibilidades de variar una fuente. Axis location fija un punto de ancla de donde parte la “animación” de la variación.
Exportar
El formato de variable font soporta una gran cantidad de instancias y el peso del archivo se hace poco. Al exportar lo único que se debe hacer es seleccionar la opción GX en Glyphs o en Fontlab con Opentype variations, con el resultado de un archivo .ttf
¿Para qué sirven?
Como ya vimos, la idea de fuentes que contengan espacios de diseño interpolables o instancias dinámicas no es nueva. Tanto QuickDraw GX de Apple, como Multiple Masters de Adobe alcanzaron conceptos similares en distintas formas, pero ambas tecnologías fracasaron en los años 1990s. Este aspecto quizás sea el que lleva a los tipógrafos y diseñadores actuales a preguntarse, ¿qué será diferente esta vez?
Para entender de qué sirve esta nueva tecnología se hace indispensable analizarla en relación a las anteriores, pues representa la evolución de años de desarrollo, ensayo, y error.
Se detallan a continuación, algunos de los avances más importantes y significativos que nos llevan a pensar que OpenType Font Variation tendrá un futuro bastante diferente y próspero al de las tecnologías ya mencionadas (QuickDraw GX y Multiple Masters).
Fácil distribución de grandes familias tipográficas
Una única fuente variable puede ser sustituta de cualquier familia tipográfica, desde una pequeña, que contenga 2 pesos, hasta una muy grande, formada por numerosas variantes en numerosos ejes, como, por ejemplo: peso, ancho, ajuste óptico, etc. No importa si estamos frente a 5, 20 o 50 estilos diferentes, mientras podamos situarlos dentro de estructuras similares de puntos, podrán ser construidos dentro de una misma familia variable, y, en consecuencia, lograremos reducir enormemente la cantidad de archivos requeridos y el tiempo de distribución e instalación.
Siguiendo esta línea de pensamiento, distribuir e instalar una fuente variable en todos los terminales de una empresa, puede llegar a ser una tarea mucho más sencilla.
Mayor control sobre los estilos tipográficos
En los comienzos de la tipografía digital, se podía elegir entre muy pocas variantes, dentro de una familia, para ser aplicadas. Regular, Italic, Bold y Bold Italic eran las más comunes. Con el correr del tiempo y los avances tecnológicos, como es sabido, los diseñadores de letras encontraron maneras más sencillas de crear una mayor cantidad de variantes, dando a los usuarios una paleta tipográfica mucho más amplia y completa. Todo esto se incrementó con la aparición de las interpolaciones como parte del proceso de diseño dentro de las herramientas de dibujo de fuentes. Ahora, la creación de familias tipográficas era más simple que nunca. Pese a esto, los saltos entre una variante y otra no otorgaba la posibilidad de un punto intermedio. Con las fuentes variables, y pese a las elecciones tomadas por el diseñador de tipografía, los usuarios tienen ahora mucho más control sobre los estilos, puesto que pueden elegir el valor que deseen, entre dos instancias de una misma fuente.
Quizás este sea uno de los temas más controversiales en relación a las libertades que se otorgan a los usuarios puesto que ya no estamos frente a un abanico finito de posibilidades, sino que, por el contrario, las tipografías se vuelven líquidas y capaces de amoldarse a gusto.
Para el correcto manejo de esta nueva tecnología, y lograr una amigable interacción con los usuarios, las aplicaciones han tenido que adaptar su interfaz para hacer posible el total control sobre las variables de una fuente. Es así como la evolución de la tipografía trae consigo una necesaria actualización por parte de diversas herramientas de edición de texto.
Tipografía responsiva
Por más de 500 años hemos diseñado documentos con la idea de impresión instalada como aspecto esencial para concebir un buen diseño. Con el surgimiento de las publicaciones de escritorio y los formatos escalables de fuentes como: TrueType, PostScript y OpenType, comenzamos a pensar un poco diferente. Comenzamos a diseñar para las pantallas. Hoy en día, esto sigue cambiando, no porque cambiemos nuestra forma de pensar, sino que porque los conceptos siguen cambiando. La definición de “pantalla” ya no es la misma que hace unos años. Las pantallas varían de dispositivo en dispositivo y eso nos ha llevado a ir replanteando la forma en que las tipografías se comportan en diversos formatos. Se terminaron los días en los que se diseñaba para pantallas a 72dpi. Se terminaron los días en donde se diseñaba para dimensiones como 640x480 o 800x600. Con la gran variedad de dimensiones, propiedades y configuraciones de pixeles, en constante expansión, los diseños para “pantallas” requieren, más que nunca, cierto grado de flexibilidad que no era considerado con tecnologías anteriores.
Tipografía responsiva es el término que utilizamos para describir la dinámica y los arreglos vinculados a la adaptabilidad de un texto, gráfico o cualquier elemento multimedia, que posee limitaciones físicas dadas por el dispositivo, en donde se muestra la tipografía. Los atributos de la misma pueden ir cambiando de una pantalla a otra en favor de generar una mejor experiencia de legibilidad y confort.
La Web está proponiendo un mundo nuevo, lleno de oportunidades de diseño con el lanzamiento de CSS Grid, múltiples efectos y la creciente compatibilidad con las fuentes variables.
OpenType Font Variation ofrece posibilidades prácticas y creativas para el diseño web y, en definitiva, dependerá de los diseñadores de tipos el aprovechamiento de esta tecnología de forma inteligente. Podemos combinar tecnologías preexistentes para mejorar el comportamiento de nuestras fuentes, el diseño, la accesibilidad y la usabilidad de la Web. También podemos comenzar a explorar nuevas oportunidades vinculadas a la animación, diseño y expresión a niveles que las fuentes estándar nunca nos pudieron dar. Este es recién el comienzo de un viaje que nos llevará al descubrimiento de qué cosas podemos hacer, y qué cosas no, con las fuentes variables.
“Ahora podemos mejorar la legibilidad y accesibilidad de un texto de acuerdo a los distintos contextos con un nivel de control sin precedentes. Nunca hubo una mejor época para crear para la web”.
Legibilidad en pantalla
La combinación entre CSS moderno, OpenType Features y Variations presenta una poderosa combinación que nos permite, por ejemplo, pautar ligaduras y cortes de palabra basados en determinados lenguajes, quitarlos dependiendo del ancho de la pantalla o incluso modificar el ancho de los caracteres cuando estamos frente a los dispositivos más pequeños. Modificar las formas de los caracteres para no afectar el largo de una línea de texto representa un cambio radical en la forma de entender la usabilidad de la tipografía en medios digitales para generar una mejor y más confortable experiencia de lectura.
Rendimiento
Una fuente variable, aparte de contener a toda una familia dentro de un solo archivo, mejora el rendimiento de los sitios web ya que son considerablemente más livianas. Por ejemplo, una fuente variable en un solo eje, que abarque infinitos rangos entre una variable Light y una Black, puede llegar a pesar alrededor de 400 kb. En contrapartida, la misma fuente, no variable, podría llegar a pesar alrededor de 250 Kb por cada una de sus variables. En conclusión, una web desarrollada con una fuente variable será, sin dudas, más liviana que una que utilice al menos dos variables, permitiendo mejorar el rendimiento de la misma.
La forma de implementar una fuente variable a través de CSS es bastante similar a formas anteriores. Una de las principales diferencias es que no se desarrolla un bloque de código para cada variable, sino que se genera todo dentro del mismo bloque.
Tan solo el rango de variación de los ejes ancho y peso de una fuente variable nos brindan una tremenda libertad a la hora de generar diseño editorial para web sin que debamos cargar y procesar una exorbitante cantidad de archivos y configuraciones.
Imaginemos el rol de un diseñador encargado de maquetar contenidos para un sitio web. Con unos pocos controles, construidos dentro de un sistema de gestión de contenidos (CMS), dicho diseñador podrá configurar determinadas características para su fuente y componer de manera muy sencilla (titulares, bajadas, párrafos, citas, etc.), llevando al diseño al nivel que tenemos en toda clase de impresos, sin tener que escribir enormes líneas de código específico cada vez.
“Todavía podemos estar al comienzo de esta nueva era, pero su futuro es ciertamente brillante”
Experiencia
Las fuentes variables permiten transiciones fluidas que pueden ser utilizadas para mejorar la experiencia de los usuarios. Por un lado, tenemos un montón de cuestiones relacionadas a la legibilidad, disposición del teto, anchos de columna y funcionalidad. La fuente irá adaptándose a las distintas situaciones a través de movimientos fluidos, sorteando los saltos visuales y generando sensaciones mucho más amigables y confortables al ojo de los usuarios. Por otro lado, las cuestiones estéticas, o más vinculadas a la animación. Este aspecto líquido nos permite realizar animaciones a través de código CSS y erradica otras técnicas que suman peso a nuestro sitio web (video, SVG animado, GIF animado, líneas interminables de código).
“Cuando no estamos limitados por consideraciones técnicas, la creatividad puede determinar nuestras decisiones”
Ajuste óptico
Si bien muchos diseñadores de letras todavía generan ajustes ópticos separados para diferentes tamaños de letra, tal como se hacía en la época de los tipos móviles, ésta técnica se había perdido con el surgimiento de las fuentes digitales. Debemos atribuir, entonces, el retorno de este aspecto de diseño a OpenType Font Variation pues nos permite aplicarlo de forma automática en caso de estar disponible dentro de la fuente.
Conclusiones
“Una fuente variable contiene, no solo a una familia tipográfica, sino que a toda una biblioteca de fuentes. Es cuestión de encontrarlas en el plano”
Hasta el momento, hemos analizado de forma breve algunas de las ventajas, técnicas y visibles, que ofrece OpenType Font Variations. Sin embargo, hay otras tantas cuestiones que poco tienen que ver con ventajas y, por el contrario, representan problemáticas que aún están por resolver.
A lo largo del informe, hemos atravesado momentos históricos importantes que desembocaron en esta nueva tecnología. También, hemos ejemplificado y definido conceptos necesarios de entender para poder hacer un análisis justo, que aún tiene mucho por desarrollar, pero muestra de forma concisa a qué nos estamos enfrentando.
Esta nueva tecnología implica cierto tiempo de desarrollo y experimentación por parte de los diseñadores de tipografía y, se hace necesario atravesar cada una de estas etapas, para poder sacar real provecho de las posibilidades que las fuentes variables nos ofrecen. Lo que sí está claro, es que la industria de la tipografía no tiene interés en quedar relegada, sino que intenta evolucionar y adaptarse a los constantes avances tecnológicos de las cosas que la rodean. Como ha sido siempre. De la caligrafía (tinta y papel) a los tipos móviles (imprenta). De la era digital (ordenadores) a la inteligencia artificial (máquinas capaces de aprender).
De forma básica y un tanto vaga, una fuente variable consta de determinada cantidad de nodos que se mueven en el espacio (ejes previamente determinados). La interpolación de los mismos genera lo que hoy conocemos como x cantidad de variables de una misma familia tipográfica. Tenemos tantos pesos y tantos ajustes ópticos como el usuario desee y corresponde al diseñador de fuentes, delimitar las posibilidades en función de un objetivo claro y particular, y evitar el caos.
Una fuente que puede medir la distancia en la que está siendo leída, que puede identificar cuántos grados debe inclinarse para mejorar la legibilidad de un lector que mira de costado, que mide la cantidad de luz y se adapta, que responde al ancho de una pantalla para no perder el largo de la línea de texto, que responde al sonido, que es capaz de comprimirse y organizarse a niveles nunca antes vistos; que tiene vida.
Muchos de estos aspectos implican una comunicación fluida y exitosa entre diversas tecnologías y herramientas. Justamente de eso se trata, de pensar las fuentes como aplicaciones que tienen objetivos claros y necesitan de otras herramientas para poder expresarse de forma eficaz, utilizando todo su potencial.
Bibliografía
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